Por Lissete Herrera Casas
Lima, abr. 04. La maca, el aguaymanto, el sacha inchi, la tara, el algarrobo, el camu camu, el achiote y el yacón forman parte del listado de los 46 productos nativos más solicitados en los mercados internacionales.
Ellos integran el
biocomercio, que tiene como principio el comercio sostenible de los productos
oriundos del Perú. En este sistema las transacciones se hacen basándose en
nuestra diversidad biológica con criterios de sostenibilidad (implica cumplir
con los tres ámbitos: social, ambiental y económico).
Uno de los
productos estrella es el sacha inchi. Esta semilla oleaginosa cultivada en la
región amazónica peruana es famosa por sus propiedades. El aceite de este fruto
tiene un alto contenido de proteínas, omega 3 (comparable al pescado), 6
y 9. También es solicitado para el cuidado de la piel, revitalizante,
antiarrugas, para dar brillo al cabello, entre otros.
Las exportaciones
de sacha inchi en 2012 fueron de 2 millones 917,000 dólares, el doble de lo
obtenido el año anterior. Los países donde tuvo mayor demanda fueron Canadá,
Japón, España y Estados Unidos, según la Comisión de Promoción del Perú para la
Exportación y el Turismo, (Promperú).
La Unión Europea
(UE) solo permitía el ingreso del sacha inchi para uso cosmético, mas no en la
industria alimentaria, por ser considerado un novel food, nuevo alimento. Una
categoría otorgada a los productos alimenticios o con ingredientes para consumo
humano que no se exportaron a la UE hasta el 15 de mayo de 1997. Para lo cual
se exige presentar un informe que demuestre la inocuidad del producto.
Se abre camino
Se abre camino
En diciembre del
año pasado el aceite de sacha inchi superó este impedimento comercial y se
exportó a Irlanda.
La lucha la
emprendió la empresa peruana Industrias Amazónicas, que junto con la compañía
francesa Perles de Gascogne Sarl presentó un expediente en el que se demostró
que el aceite de sacha inchi era equivalente al de linaza en composición,
metabolismo, entre otros, nos cuenta Joan Barrena, coordinador del proyecto
Perú Biodiverso.
Los irlandeses
aceptaron esta similitud y desde entonces la empresa peruana cuenta con carta
blanca para exportar aceite de sacha inchi a la Unión Europea.
Esto es un precedente importante que puede ser repetido con otras empresas y productos nativos, refiere Vanessa Ingar, especialista en biocomercio de la dirección general de diversidad biológica del Ministerio del Ambiente.
El desbloqueo lo debe hacer cada empresa y es por producto individual. Por eso, la experta señala que se trabajará un dossier nacional para poner información en un solo documento sobre el caso del sacha inchi, a fin de incentivar la misma aplicación en otras empresas.
Esto es un precedente importante que puede ser repetido con otras empresas y productos nativos, refiere Vanessa Ingar, especialista en biocomercio de la dirección general de diversidad biológica del Ministerio del Ambiente.
El desbloqueo lo debe hacer cada empresa y es por producto individual. Por eso, la experta señala que se trabajará un dossier nacional para poner información en un solo documento sobre el caso del sacha inchi, a fin de incentivar la misma aplicación en otras empresas.
En la lista de
novel food están el aguaje, el camu camu, el yacón, la arracacha, la mashua, la
algarrobina, entre otros. Con el Tratado de Libre Comercio (TLC) se espera
crear las condiciones para superar estas dificultades.
Superar pobreza
Superar pobreza
Si a nuestros
productos que se exportan les queremos dar un valor adicional, debemos
demostrarlo con estudios científicos, recalca José Álvarez, director general de
diversidad biológica del Ministerio del Ambiente.
La maca, por
ejemplo, solo se exporta a Estados Unidos como suplemento energético, y cuando
se intentó hacerlo por contener propiedades medicinales se impidió el ingreso
de varias toneladas porque esas cualidades no fueron demostradas. “Las
universidades podrían cumplir el rol de investigación, pero existe un divorcio
con la demanda exportable”, señala Vanessa Ingar.
La venta de
nuestros productos beneficia no solo a la empresa exportadora sino también a
los campesinos y comunidades proveedoras.
En 2012, el Perú exportó aguaymanto por 605,000 dólares y con la tara se alcanzaron los 57 millones de dólares.
En 2012, el Perú exportó aguaymanto por 605,000 dólares y con la tara se alcanzaron los 57 millones de dólares.
Nuestro país
cuenta con 128 especies de plantas nativas, entonces las posibilidades son
innumerables, tanto para el mercado nacional como el internacional. Tenemos
mucha ventaja y debemos aprovecharla, por eso es importante el desarrollo de la
ciencia e investigación que respalde las propiedades de nuestros productos
naturales.