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| Carlo Petrini. Foto: ANDINA |
Lima, abr. 04. La quinua es la respuesta para el hambre del
mundo, afirmó ayer el chef Carlo Petrini, promotor internacional de la
gastronomía ecológica, quien destacó además la versatilidad del grano nativo
para adaptarse a suelos pobres y de diferentes alturas.
“La quinua es un
patrimonio de la comunidad andina para la humanidad, tiene la capacidad de
adecuarse a suelos de baja materia orgánica, alturas que van desde el nivel del
mar hasta los 4,000 metros y a los cambios climáticos”, explicó a la Agencia
Andina.
Para Petrini, la
quinua es un aporte alimentario que tiene que ser considerado no sólo
un producto de exportación, sino también una opción para mejorar la situación
nutritiva de los peruanos y de otras regiones como África.
El italiano
visita Perú para dar a conocer su filosofía de "slow food"
(alimentación saludable), concepto contrario a lo que se conoce como comida
rápida, a cocineros y agricultores del país a fin de que se sumen al
movimiento mundial que lidera y promover la comida sana.
En su opinión, la gastronomía es un arma política con la cual se puede luchar contra la estandarización del gusto y promover las tradiciones culinarias de cada país, "así como defender un sistema agrícola libre de pesticidas, que proteja el medio ambiente y respete a las comunidades”, precisó.
El 11 de junio
del 2012, la FAO invistió a la Primera Dama y al gobernante boliviano con este
rango especial, porque a la ONU le interesa destacar ante el mundo el valor
nutricional de este grano andino para que los países cumplan con los Objetivos
del Milenio.
En Perú, el
aumento de la producción de quinua ha sido sostenible durante el quinquenio
2005-2011. Así, esta se incrementó en un 86 por ciento, mientras que la
exportación aumentó de 2.3 millones de dólares a 25.9 millones.
En la actualidad,
el país exporta este cereal originario de los Andes a 37 países, de los cuales
Estados Unidos, Alemania, Italia, Canadá y Australia son los que más lo
consumen.
