Guido Sánchez Santur - La Industria
Autoridades
exigen que Ministerio de Cultural intervenga de inmediato para evitar
depredación.
Emprendimos el
ascenso desde el distrito de Cachicadán hacia Sagarbal con la ilusión de
conocer aquella impresionante ciudadela de piedra preinca, arriba de los 3,850
metros sobre el nivel del mar; pero al aproximarnos nos topamos con una trocha
carrozable por donde ingresaban y salían volquetes y camiones cargados con
carbón de piedra. En la parte media del cerro una retroexcavadora no cesaba de
extraer mineral, a medida que gana espacio a la pendiente, arrastrando consigo
las valiosas evidencias arqueológicas.
Sobre la
importancia de este sitio, el arqueólogo Jesús Briceño Rosario, sostiene que
por “las características complejas que presenta el patrón arquitectónico de
Sagarbal y la cerámica asociada, es muy probable que corresponda al Periodo
Intermedio Temprano, es decir que fue habitado desde principios de la era
cristiana y que posteriormente fue ocupado por las civilizaciones sucesivas”.
Su extensión aproximada es de 9 hectáreas.
Agrega que
este monumento arqueológico constituye un centro poblado dedicado a la
agricultura y ganadería, localizado en la ladera sureste y cima del cerro
Sagarbal, rico en carbón de piedra. Se encuentra a menos de medio kilómetro al
noroeste del Cerro Huayllío, cuyo único acceso es por el lado sur, a través de
un antiguo camino empedrado.
“Los
recintos son pequeños y aglutinados y se distribuyen sobre terrazas escalonadas
que se suceden desde la ladera media hasta la cima del cerro, adaptándose a la
topografía del lugar.
Hay recintos de forma cuadrangular, semicirculares y
circulares, los muros conservan una altura promedio de 1.20 metros, pasadizos
reducidos comunican los diferentes ambientes.
Los patios están acondicionados
con drenajes junto a los paramentos que miden 0.40 metros de ancho y 0.20
metros de profundidad”, precisa el especialista.
Estos
fueron argumentos suficientes para que el ex Instituto Nacional de Cultural
(INC) con resolución Nº 212 lo declarara Patrimonio Cultural de la Nación el 16
de abril de 2006, en una extensión de 400 hectáreas. Este lugar también se
encuentra comprendido en el proyecto Qapaq Nañ desde 2005.
El
atentado
Según los
moradores del lugar, el responsable de la extracción de mineral en el área
arqueológica sería una familia Arteaga, que hace tres meses aproximadamente
abrió la trocha carrozable, que une con la vía Cachicadán-Agujereada, en el
caserío Pacchas.
Esta trocha
tiene más de un kilómetro de extensión y se abre paso entre el cerro, y el 26
de julio, cuando estuvimos en ese lugar encontramos el volquete de placa 74C866
totalmente cargado con carbón y otros tres vehículos pesados que entraban y
salían. Y el material era extraído por una retroexcavadora.
Al
respecto, la titular de la Dirección Regional de Cultura, Teresita Bravo Malca,
informó que en enero del año pasado la Gerencia Regional de Energía y Minería
les elevó en consulta el petitorio minero denominado Kori Huayllío Nº 63, pero
con una resolución directoral se le advirtió que el dueño requería un
Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (Cira), pero nunca llegó
esa solicitud y no se volvió a saber nada hasta el momento.
Esta
recomendación se hizo porque se trata de una superposición de la actividad
minera con un sitio arqueológico de suma importancia.
Tras
conocer la presencia de actividades mineras anunció que el lunes remitirá una
carta reiterativa a la Gerencia Regional de Minería para que le explique los
pormenores de estos hechos; asimismo se informará a la Policía Nacional y al
alcalde de Cachicadán para que verifiquen el lugar se tomen las acciones
preventivas necesarias.
Por su
lado, el alcalde distrital de Cachicadán, Pedro Cenas Casamayor, invocó a los
funcionarios del Ministerio Público y del Ministerio de Cultura para que
intervengan lo más pronto posible y paralicen la extracción de mineral, a fin
de evitar que los daños avancen. Esto lo hará este lunes 6 de agosto.
Precisó que
estos cerros les pertenecen a las familias Arteaga, Millanca, Naves y
Parimango, pero que a la fecha existe un conflicto entre varias familias,
generado por el personal de la Comisión de Formalización de la Propiedad
Informal (Cofopri) porque los últimos años entregó títulos a favor de personas
que supuestamente no les pertenecían, sin tomar en cuenta que se trata de un
sitio arqueológico y que corresponden al Estado. Precisó que esas familias se
dedican a extraer carbón.
Pidió que
Cofopri debería revisar estos expedientes porque ha generado un problema con la
doble propiedad de esos terrenos, ya que no se respetó la documentación existe.
“Es una situación muy sospechosa”, añadió.
Entretanto,
el gobernador provincial de Santiago de Chuco, Elmer Alberto Gabriel Sánchez,
precisó que en este sector se encuentra en litigio hace varios meses, pues los
conflictos de propiedad de tierras incluyeron hasta balaceras lo que obligó la
intervención de las rondas campesinas para apaciguar los ánimos.
En relación
a la explotación minera anunció que este lunes dispondrá que el gobernador de
Cachicadán, en coordinación con la Policía y la fiscalía verifiquen esta
actividad y detengan los trabajos que atentan contra el patrimonio cultural.