Nancy Vásquez Pérez, científica peruana. (Fuente: Diario LA PR1MERA) |
Por Denis Merino
- DIARIO LA PR1 MERA
Gran sorpresa,
con una mezcla de admiración y hasta incredulidad, causó entre la concurrencia
del auditorio de La Comunidad Andina de Naciones (CAN) el
anunció de la científica Natividad Vásquez Pérez, sobre la ubicación de
las tumbas de los incas Huáscar y Atahualpa en un poblado de la
región Cajamarca.
La información,
que generó diversos sentimientos y opiniones de admiración entre los
asistentes, se presento durante el foro “Los movimientos indígenas y
sociales del Perú tienen la palabra. Propuesta al Encuentro
Internacional en la Isla del Sol (Bolivia)”.
Apoyándose en grandes papelógrafos con figuras de cerámicas, telares, quipus y otras piezas de los antiguos peruanos, la especialista señaló que en el contacto durante 40 años con ancianos pobladores de zonas rurales de los Andes aprendió a descifrar los mensajes que dejaron nuestros antepasados en diversos vestigios, algunos de ellos en museos o colecciones del exterior.
Apoyándose en grandes papelógrafos con figuras de cerámicas, telares, quipus y otras piezas de los antiguos peruanos, la especialista señaló que en el contacto durante 40 años con ancianos pobladores de zonas rurales de los Andes aprendió a descifrar los mensajes que dejaron nuestros antepasados en diversos vestigios, algunos de ellos en museos o colecciones del exterior.
En conversación
con nuestro diario, precisa que para sus investigaciones de las culturas
precolombinas combinó sus estudios de arquitectura, odontología, ingeniería
ambiental y antropología con los informes recogidos en su largo peregrinar,
principalmente en pueblos de Cajamarca, Cusco, Puno, Arequipa y
la sierra de Lima, donde para inspirar confianza en los lugareños
se dedicó a curar gratuitamente sus dentaduras.
“Fue en el
poblado de Jangala del distrito de San Miguel de Pallaques
de la provincia de San Miguel en Cajamarca donde encontré un
ceramio de 22 centímetros que al estudiarlo dio los datos exactos de las tumbas
de los hermanos Huáscar y Atahualpa con sus escudos distintivos y
junto al entierro de grandes sabios de la época y de tesoros escondidos, pude
llegar hasta la entrada de la tumba de Atahualpa.”
Su hallazgo, ya
conocido entre varios campesinos del lugar, dio lugar a que el Instituto
Nacional de Cultura de Cajamarca coloque un gran aviso en la entrada señalando
que está prohibido entrar por tratarse de una zona intangible.
CASA REAL
“Se trata de una
zona enorme y alta, muy camuflada y por el momento es imposible entrar porque
está llena de sembríos, además creo que todavía no estamos preparados para
conocer esos conocimientos que nos revelarían las tumbas reales de esos sabios
extraordinarios que fueron los incas.”
Según Vásquez,
quien publicó años atrás el libro “Biblioteca Prehispánica. Cultura Moche”
con sus primeras investigaciones, las tumbas están en una Casa Real escogida
por el propio Atahualpa cuando tuvo la certeza que sería ejecutado por los
españoles. “Ahí se encuentran, según el testamento (el ceramio), restos de
muchos otros sabios, de gente de la época y de quipus con valiosa información,
aparte de oro”, asegura.
“Por mis investigaciones conocí que cuando Atahualpa fue apresado y ofreció el cuarto de oro y los dos de plata fue para distraer a los conquistadores por varios meses mientras instruía a su gente a que tapen con cerros de tierra y arena todas las huacas donde se encontraban tesoros y sobre todo bibliotecas documentadas con información recopilada por los antiguos peruanos a lo largo de miles de años a la vez que les ordenaba no dar información a nadie que no sea de su mismo origen y así sucedió, pues hasta hoy existen muchísimas huacas que se encuentran bajo tierra como la Candela en Lima.”
“La verdadera
historia peruana recién se está escribiendo, la que nos enseñaron tanto en el
colegio como en la universidad y en los libros es la versión española y fue
escrita para falsear la realidad, a instancias del rey de España, por su
ayudante Agustín de Zárate y el cura Francisco López de Gomada. El inca Gracilaso
de la Vega escribió dos versiones, una española, bajo amenazas, y otra
verdadera”, afirma.
Vásquez precisa que estaba en el colegio, cuando escuchaba a sus profesores referirse a los antiguos peruanos como indios salvajes e ignorantes, se dedicó a leer los libros de los cronistas pero al aumentar sus dudas sobre sus versiones y luego de pasar por las aulas universitarias decidió buscar otras fuentes “con información no oficial” en pueblos andinos, con la ayuda valiosa de sus padres, ambos de Cajamarca.
Vásquez precisa que estaba en el colegio, cuando escuchaba a sus profesores referirse a los antiguos peruanos como indios salvajes e ignorantes, se dedicó a leer los libros de los cronistas pero al aumentar sus dudas sobre sus versiones y luego de pasar por las aulas universitarias decidió buscar otras fuentes “con información no oficial” en pueblos andinos, con la ayuda valiosa de sus padres, ambos de Cajamarca.
“Hay que tener en
cuenta que de los 500 años que nos separan de los incas pasaron apenas siete
generaciones, he conversado con gente de la quinta generación que todavía
guardaba información, mi abuela era de la cuarta”.
Sostiene además
que su formación médica y arquitectónica le permitió con cierta facilidad, con
el añadido de la información de su trabajo de campo, descifrar los informes
“escondidos” en ceramios y actualmente se considera la única profesional que
puede leer con facilidad lo que para el común de las gentes son solo dibujos.
“La gente de pueblos del interior no es consciente de la valiosa información
que guarda”, dice.
VERSIÓN OCCIDENTAL
“Hace un año he
dejado mi trabajo de dentista para dedicarme a escribir libros y dictar charlas
en pueblos humildes de cualquier parte del Perú porque considero que
la gente de pueblo es la primera que debe empezar a conocer la
grandeza y sabiduría de nuestros antepasados para no ser engañada por la
versión occidental de siempre. Hace poco lo hice en Manchay.”
“Los españoles
vinieron pobres a invadir y saquear, acá encontraron una sociedad con riquezas
e igualdad, que vivía en armonía, con un código moral que les impedía matar por
eso no reaccionaron violentamente ante las agresiones europeas y a los
españoles lo único que les quedó es falsear enfrentamientos como si Huáscar y
Atahualpa fueran enemigos, una gran mentira, querían que tengan similitud con
lo de Caín y Abel. Atahualpa, que era filosofo, prefirió morir antes de dejar
de ser persona matando, era la mentalidad de ellos.”
Sobre vestigios
que contienen gran cantidad de información menciona a la Estela de Chavín que
antes se exhibía en el museo de Antropología, Arqueología e Historia de Pueblo
Libre y el llamado Obelisco Tello. “Por ejemplo las especies de colas de la
Estela son periodos de tiempo, es la edad de la tierra”, afirma.
Asegura asimismo
que existen mapas y planos que revelan que los antiguos peruanos tuvieron
contacto con otras civilizaciones como la egipcia, la china, la mesopotamia y
las centroamericanas, “lo que quedó registrado en sus ceramios y tejidos, yo
los leo viéndolos directamente o en fotos”.
“Esas culturas,
al igual que las nuestras, afirman que descendemos de felinos por eso vemos sus
caninos magnificados como se puede apreciar en la llamada figura cantarina que
se encuentra en el museo de Arte.”
Otra revelación
de la historiadora es que Huáscar y Atahualpa no eran hijos biológicos de Inca
Huayna Cápac como se afirma. “Había hijos y hermanos de sangre y de
privilegios, los primeros eran los que tenían la capacidad de ser sabios, los
segundos sÍ estaban unidos por lazos sanguíneos”.
Sobre el papel de
las mujeres y la historia respecto a que los incas tenían muchas parejas
algunas de las cuales eran sus propias hermanas indica que “es otra gran
mentira, los incas y sabios era gente muy espiritual y dedicada a divulgar
conocimientos, no tenían tiempo ni mucho interés en cuestiones carnales, sus
esposas o coyas también eran sabias; por ejemplo las conocidas como Vírgenes
del Sol eran las que formaban un consejo de apoyo al Inca”.
GRAN SABIDURÍA
Respecto al
santuario inca de Machu Picchu, puntualiza que se trataba de una especie
de ciudad universitaria y que Pachacamac no era un templo sino un lugar
muy extenso de estudios superiores.
“Es como decir de
post grado, antes los sabios conocían todas las ciencias, incluida la
astronomía, el nevado de Pariacaca (entre Yauyos y Huancayo) era un
laboratorio astronómico de sistemas satelitales como el GPS.”
La sabiduría de
los antiguos peruanos, señala Vásquez, los llevó a conocer fórmulas que
les permitía romper rocas utilizando fuerzas magnéticas y las ondas del sonido,
aparte de sus tecnologías de andenes, de acueductos como las obras de
ingeniería hidráulica en Cumbemayo (Cajamarca) y Nazca y sus laboratorios
de genética.
Refiere asimismo
que los incas aprendieron de las antiguas culturas. “Fueron conocimientos que
se fueron guardando e impartiendo de generación en generación en las diferentes
culturas, tenemos enciclopedias en los mantos Paracas, en algunas partes es la
misma información pero revelada en diferentes formas”.
Al ser
interrogada sobre el publicitado Señor de Sipán afirma “al hallarlo se
le encontró con un cetro, corona y otros atuendos que significan que se trataba
de un científico, geólogo, biólogo, matemático, médico y físico. La cultura
Moche conocía perfectamente la formación de la tierra, las placas
tectónicas. Documentaron desde la aparición del hombre hace millones de años,
primero como felino, lo que quedó demostrado en íconos que antes se podía
observar en el museo de oro y que hoy se encuentran en Alemania”.